"El grado del éxito de un hombre lo determina el dominio que tenga sobre sí mismo, mientras que la profundidad de su fracaso lo determinará la forma en que se abandone..."
Leonardo Da Vinci

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miércoles, 31 de diciembre de 2014

RECUERDO Y HOMENAJE

No quiero pasar por alto el mencionar en este blog a quien fuera mi formador, mentor y amigo: el Dr. Marcos Berstein.
Durante dos años fue mi profesor en el posgrado de Operador Familiar, en la Universidad Nacional de Luján, donde forjé con él una relación de amistad, que se continuó a lo largo de los años. Me dio la oportunidad de dar clases en el mencionado posgrado, confió en mí, me estimuló y me enseñó mucho. A la par de esto, estando yo en la Comisión del Colegio de Trabajadores Sociales de Pergamino, lo trajimos a esta ciudad a dar el posgrado, lo cual nos permitió a quienes estábamos en la organización y a quienes cursaban, compartir momentos inolvidables: charlas, comidas, desayunos. Era tan agradable su compañía!... sus charlas estaban dotadas de sabiduría, humor, paz...
Fue tan triste enterarse de su partida...! Él que era tan fuerte, tan sano, tan sabio... no pudo ganarle al cáncer.
La verdad es que se lo extraña mucho. Dejó un gran legado de enseñanza, pero por sobre todo, dejó huella en quienes lo conocimos.
Este es mi pequeño homenaje a un año de su partida. Porque me enseñó mucho, y me sigue enseñando a través de toda su obra.
Gracias Marcos!!



martes, 30 de diciembre de 2014

HABLEMOS DE FAMILIA...


La familia es poderosa por su influencia perdurable en las vidas humanas. Es el primer grupo con el cual entramos en contacto al nacer, y dentro del cual permaneceremos toda o la mayor parte de nuestra vida. La familia influye en el proceso de socialización y desarrollo de la personalidad.

Fundamentalmente la familia hace dos cosas: asegura la supervivencia física y construye lo esencialmente humano del hombre. La familia es el contexto natural para crecer y para recibir auxilio, es un grupo natural que en el curso del tiempo ha elaborado pautas de interacción. Estas constituyen la estructura familiar que, a su vez, rige el funcionamiento de los miembros de la familia, define su gama de conductas y facilita su interacción recíproca. La familia necesita de una estructura viable para desempeñar sus tareas esenciales, es decir, apoyar la individuación al tiempo que proporciona un sentimiento de pertenencia (Eroles, 2001 en Guerrini,2009).

Hasta el momento, ninguna otra institución humana o social ha logrado suplir el funcionamiento de la familia, sobre todo en la satisfacción de las necesidades biológicas y afectivas de los individuos. La familia cambia y continuará cambiando, pero también persistirá, ya que es la unidad humana más adecuada en las actuales sociedades.

Como tal, la familia es la matriz de la identidad y del desarrollo psicosocial de sus miembros, y en este sentido debe acomodarse a la sociedad y garantizar la continuidad de la cultura a la que responde.

Una de las características sustanciales en el quehacer del Trabajo Social, disciplina del área de las Ciencias Sociales, es considerar que la familia siempre ha sido objeto de análisis e intervención, desde los albores del asistencialismo, constituyendo un punto de partida y de llegada para cualquier tipo de abordaje, orientando así todas las acciones hacia el desarrollo de los recursos internos individuales y de la familia.

Virginia Satir, trabajadora social, docente y terapeuta familiar norteamericana, que de niña decía que cuando fuera grande sería “detective de niños para investigar padres”, a través de su práctica profesional llegó a la conclusión de que la familia es un microcosmos del mundo, y para entender al mundo podemos estudiar a la familia: poder, intimidad, autonomía, confianza, habilidad para la comunicación, aspectos vitales que fundamentan nuestra forma de vivir en el mundo. Así, para cambiar al mundo tenemos que cambiar a la familia.


También pudo visualizar que la vida familiar es como un témpano de hielo. La mayoría sólo percibe la décima parte de lo que sucede. Algunos sospechan que ocurre algo más, pero no saben qué es ni cómo averiguarlo. Por eso es muy importante trabajar con las familias en el desarrollo de la autoestima individual y familiar. Esto dará lugar a una mayor comprensión entre individuos, al cuidado personal y de los demás, y darán a nuestros hijos fundamentos firmes a partir de los cuales puedan desarrollar su fortaleza e integración.

PARADIGMA SOBRE LOS EJES INTEGRALES DE INTERVENCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL

El Lic. José Luis Zamora hace referencia al Paradigma sobre los Ejes Integrales de Intervención del Trabajo Social, que está basado en la educación social, la autodeterminación, la autogestión y la participación. Cuatro capacidades sociales que habilitan al ciudadano a su desenvolvimiento y desempeño adecuado en el sistema social.

El trabajo social es la disciplina que trabaja en la interacción entre la naturaleza humana y la naturaleza social, en otras palabras, en la interrelación entre el entorno y el hombre. Pero no cualquier parte del entorno, sino específicamente lo social del ambiente.

Los trabajadores sociales tenemos la necesidad, entonces,  de trabajar sobre un tipo especial de educación que contribuya a afianzar el proceso socioeducativo para mejorar la calidad de vida de las poblaciones. El ejercicio de la ciudadanía debe hacerse con autodeterminación, autogestión y participación responsable.

El primer cambio paradigmático para trabajar socialmente –en este aspecto-, es el que indica que “la humanidad vive en sociedad”: la humanidad no vive en sociedad, sino en procura permanente de lograr una sociedad de bien común. En tal sentido, la humanidad vive en un sistema social, que como todo sistema, debe aprender a conocer para manejarse en él, con autodeterminación, autogestión y participación.

La autodeterminación es una palabra compuesta y compleja que refiere a la madurez social que brinda la capacidad para tomar decisiones efectivas en un contexto convivencial sistémico. Consideremos aquí, que nuestro estado actual en la vida es el resultado de nuestras decisiones. Que por lo general, todos tenemos en mente un estado ideal basado en un proyecto de vida, planes, sueños, etc., y que la probabilidad de un tránsito efectivo entre el estado actual y el estado óptimo, será la calidad de nuestras decisiones y por tanto de nuestra autodeterminación.

Las acciones autodeterminadas reflejan cuatro características principales que siempre deben aparecer:

Ø  Autonomía,
Ø  Autorregulación,
Ø  Empoderamiento y
Ø  Autorrealización.

Estas cuatro características principales surgen a medida que las personas adquieren los elementos componentes de la autodeterminación, entre los que se incluyen la elección y la toma de decisiones, la resolución de problemas, el establecimiento de metas y objetivos, la adquisición de habilidades, el lugar de control interno, las atribuciones positivas de eficacia, las expectativas de resultado, las aptitudes de liderato y autogestión, el autoconocimiento y la autoconciencia. La autodeterminación está fundamentada en la educación social y en la madurez social. Se supone que es una capacidad que habilita al ciudadano en su carácter de funcionario y usuario del sistema social.

La autogestión refiere a la madurez social que brinda la capacidad para organizarse y actuar en base a propósitos. Nada se puede hacer en sociedad sin previa organización. Esto es así tanto para la vida personal, como para lo grupal y comunitario.

O sea que podemos hablar de autogestión de vida que es una forma dinámica de proceder individual, mediante la cual las personas orientan, desarrollan y optimizan sus formas de estar en el mundo, como una manera de desempeñarse con efectividad y acierto, para lograr lo que necesitan y desean en el mundo. Hacer autogestión de vida es un modo de expresar las intenciones, organizar las acciones, tomar las decisiones,  desarrollar las actividades y optimizar el tiempo durante la vida. No es un punto a donde se llega, sino una forma de transitar por la vida.

La autogestión comunitaria o grupal, es pensada como una forma de auto-organización económica y social, basada en el uso colectivo y comunal de unos recursos y de unos bienes que se ponen al servicio de necesidades comunes. Desde el Trabajo Social  es ponerse “manos a la obra” a partir de la toma de conciencia de lo que “se es y se puede ser”, lo que “se tiene y se puede lograr” y las condiciones en que “se está y se puede cambiar para mejor”. Mientras desde otras disciplinas se aborda lo subjetivo y lo intersubjetivo, desde el Trabajo Social se trabaja con ciudadanos y personalidades en interacción, con redes y nodos institucionales, siempre en el contexto del sistema social, y hacia allí se dirige nuestra principal labor para desarrollar la capacidad autogestiva.

La autogestión demanda aptitudes y actitudes sociales, el conocimiento del sistema donde estamos insertos; ya sea una familia, un hospital, el barrio, sobre cualquier lugar del entorno rige el sistema social y funcionará, en la medida en que ejercitemos estas capacidades con responsabilidad.

¿Qué es participar? Participar es "tomar parte en, o ser parte de", es la capacidad y posibilidad de las personas y los grupos de influir en las condiciones que afectan sus vidas. Cuando no se participa, se está dejando en otras manos decisiones que nos afectan y/o afectan a muchos, lo cual produce individuos excluidos, los nadie, y comunidades autócratas, arbitrarias y totalitarias.

Participar es algo más que asistir o estar presente, es intervenir, implicarse y sentirse co-responsable porque allí esta su oportunidad de; opinar, proponer, disentir, apoyar, hacer, colaborar, elegir y decidir sobre lo que quiere hacer (autodeterminación), sobre lo que hay que hacer (autogestión), tanto en lo personal, como en lo comunal, y entonces hablamos de:

v Participación autogestiva, para mejorar la vida personal y familiar
v Participación ciudadana, para mejorar el funcionamiento del sistema social
v Participación social, para establecer la sociedad de bien común.


La participación para que sea efectiva, debe estar motivada, esto significa que “hay que querer participar”. Se debe enseñar-aprender de modo que “estemos motivados a participar”, “sepamos participar”  y -debe ser organizada-, para que “todos podamos participar”.

En fin, desde el Trabajo Social y la Socioterapia se abordan las problemáticas teniendo como base teórica los cuatro ejes integrales de intervención.

ALGO MÁS SOBRE SOCIOTERAPIA

La SOCIOTERAPIA es una metodología de intervención profesional que integra las técnicas propias y específicas del Trabajo Social con el enfoque sistémico, lo cual permite explorar sentimientos, experiencias, reforzar comportamientos, etc., ampliando así el mundo interno del individuo y la familia, con el fin de promover, estimular, fomentar y asesorar toda búsqueda de bienestar que parta del análisis crítico de los mismos integrantes de la familia, promoviendo procesos resilientes, de autogestión, introyección y acciones de cambio. 

Es decir, se busca el enfoque participativo de la acción profesional en cualquier área de intervención, analizando la problemática familiar y brindando herramientas para mejorarla o modificarla. Se enfatiza la fortaleza de la familia, se trata de detectar y potenciar los elementos positivos con el fin de promocionar la salud y el bienestar familiar.

El enfoque sistémico es un cuerpo integrado de principios del comportamiento humano, permite interpretar de manera más completa los sistemas sociales,  facilita que el Trabajo Social supere el asistencialismo y el paternalismo en la interacción con los sistemas familiares, y posibilita una visión y una aproximación integrales de los procesos familiares, porque considera a la familia como un sistema relacional en constante movimiento con características específicas y que requiere de un abordaje más complejo y de manera holística.

En palabras más simples, la Socioterapia procura realizar acciones tendientes a mejorar los sistemas de relaciones y comunicación, y a capacitar y orientar a individuos, grupos y comunidades para que estos logren a través de la autogestión y del empleo de sus propios recursos y capacidades, la satisfacción de sus necesidades, la resolución de sus problemáticas y en definitiva, su desarrollo integral.

Para finalizar, la Socioterapia consiste en ayudar a las personas y a las familias a buscar alternativas de resolución de sus problemas; alentar la tolerancia de las diferencias y la aceptación de las limitaciones. Si partimos de los recursos que las personas y las familias tienen, podremos trabajar no sólo buscando recursos institucionales, sino también aprovechando los recursos vinculares que serán los que apunten a lograr algunas transformaciones y modificaciones en la vida cotidiana. Cuando los miembros de una familia dejan de prestar tanta atención a la conducta frustrante de los otros y empiezan a verse vinculados entre sí, descubren opciones totalmente nuevas para relacionarse. La vida en familia enriquece, define y limita nuestra libertad, pero también ofrece potenciales inexplorados para la felicidad y la realización personales. En la familia cada persona individual define a las otras y el todo define a la persona. Las partes enriquecen al todo y el todo enriquece a las partes.

Se construye, con quien realiza la consulta, un proceso socioeducativo de acompañamiento, asesoramiento y orientación,  incorporando puntos de vista, dando y recibiendo conocimientos e informaciones. Al concebir la familia como sistema social, el trabajador social entiende que todos sus miembros están interrelacionados de manera tal  que si algo afecta a uno de ellos, a su vez afecta a todo el grupo familiar. Y esto se aplica tanto para las situaciones conflictivas, disfuncionales, como para las no conflictivas en cualquier momento del ciclo evolutivo.

A través de la palabra, la mirada y la escucha, el trabajador social es el “aliviador” (Carballeda, 2007) de las múltiples carencias del sistema familiar, “aliviador” de los padecimientos de las personas que consultan, apoyando, sosteniendo, acompañando y ayudando a que estos sujetos desarrollen al máximo sus potencialidades, su capacidad resiliente y su capacidad de autogestión.


Hoy en día se habla mucho de las “familias disfuncionales”, pero como dice Salvador Minuchin (1994), en las familias no hay buenos y malos, sino personas atrapadas en pautas de desarmonía con las que se derrotan a sí mismas. Por lo tanto, es importante saber que las familias tienen recursos inexplorados de apoyo, amor y cuidado, y que el bien de todos también será el bien de cada uno. Por lo tanto, hay que ayudarlos a ver el contexto más amplio del ser individual: el ser de la familia.

EL CAMINO ANDADO HASTA AQUÍ...

La magnitud de los problemas sociales emergentes a fines del siglo XIX, y su complejidad, hicieron poner en duda los principios y la efectividad de los sistemas de atención a la pobreza basados en la caridad y la beneficencia.

Como producto de ello, pioneras como Mary Richmond, Jane Addams, entre otras, sentaron las bases para la profesionalización del Trabajo Social y la formación académica, acudiendo  a las más innovadoras teorías de su época en el campo de la filosofía, sociología, psicología, antropología y medicina.

El Trabajo Social nace como una profesión basada en el “ejercicio de ayudar” hasta convertirse en una práctica profesional con reconocimiento público y académico y en una nueva disciplina de las ciencias sociales.

Si bien los orígenes del Trabajo Social están vinculados al servicio del pobre y desvalido, nuestra formación de grado y nuestras incumbencias profesionales avalan un abanico de intervenciones sociales más amplias y abarcativas, dirigidas a todas aquellas personas que tengan problemas sociales, familiares, de relación, y no solamente a quienes pertenezcan a niveles sociales marginales.

En el imaginario colectivo el rol del trabajador social aparece asociado a diversas formas de control social, a una adaptación “pasiva” a la realidad, a una suerte de proveedor de recursos para sectores pobres de la sociedad con la finalidad de paliar, contener, reparar. 

La Federación Internacional de Trabajadores Sociales  y la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social definen al Trabajo Social comola profesión que promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas, y el fortalecimiento y la liberación del pueblo, para incrementar el bienestar. Mediante la utilización de teorías sobre comportamiento humano y los sistemas sociales, el trabajo social interviene en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno. Los principios de los Derechos Humanos y la Justicia Social son fundamentales para el Trabajo Social".

La carrera de Trabajo Social de la UBA (1998) lo define así:el Trabajo Social es una disciplina que interviene en situaciones problemáticas que afectan a diversos actores sociales, mediante el análisis crítico de la realidad, con la finalidad de contribuir al desarrollo humano, la afirmación de los derechos y el fortalecimiento de las condiciones de vida de los sectores sociales vulnerables.”

Ahora bien, qué entendemos por vulnerabilidad???

Por vulnerabilidad se entiende la “fragilidad subjetiva” que alude a determinadas situaciones sociales, culturales, económicas y personales que crean exigencias que el individuo no logra responder, por lo que termina generando acciones sintomáticas y disfuncionales. 

Algo IMPORTANTE!! 

El concepto de vulnerabilidad no es exclusivo de las poblaciones de bajos recursos. Las situaciones que colocan a las personas en condición de vulnerabilidad pueden ser: accidentes, enfermedades, pérdidas, separaciones, muerte de algún integrante de la flia., debacles económicas, desempleo, migraciones, episodios de violencia intrafamiliar, catástrofes, etc., y esta condición de vulnerabilidad es independiente del nivel socioeconómico -cultural –laboral.

El art. 2 de la ley 10.751 que regula el ejercicio profesional del asistente o trabajador social en la Pcia. de Bs As. define al Trabajo Social como 
"una actividad esencialmente educativa de carácter promocional, preventivo y asistencial destinada a atender situaciones de carencia, desorganización o desintegración social que presentan personas, grupos y comunidades", 
poniendo el acento en los recursos existentes en las personas, en los grupos familiares y en los contextos en que éstos se encuentran insertos. 

Se establece, por lo tanto, que  las acciones del profesional del Trabajo Social pueden desarrollarse a nivel individual-familiar, grupal y comunitario, tanto en los niveles de promoción, prevención, asistencia o rehabilitación. 

Por otro lado, las incumbencias profesionales dicen que estas acciones deberán estar centradas en mejorar los sistemas de relación y comunicación; y también refiere: capacitar y orientar a individuos, grupos y comunidades para el empleo de sus propios recursos en la satisfacción de sus necesidades.

Primeros pasos de la Socioterapia!!



PRESENTACIÓN DEL BLOG

“A veces no comprendemos las situaciones provocadoras de la vida, nos falta confiar en que hay un plan perfecto más allá de toda prueba.”

Con estas palabras comencé una charla que realicé en el año 2013 que iba dirigida especialmente a personas que se encontraban atravesando una enfermedad oncológica, y a sus familiares, que la basé en mi propia experiencia por haber atravesado la enfermedad y por haber desplegado un conjunto de herramientas que me fueron muy útiles.
Fue una actividad más que me permitió comprobar que mi misión en esta vida es ayudar a las personas a que se encuentren consigo mismas, a que puedan descubrir y desplegar su creatividad, desarrollar su autoestima y su capacidad resiliente, revitalizar la relación cuerpo-mente, proponerse objetivos y trabajar para cumplirlos, resignificar momentos difíciles, tener pensamientos positivos, practicar la gratitud y, en definitiva, descubrir la felicidad a pesar de las circunstancias adversas que pudieran presentárseles.
Teniendo como base este objetivo, he decidido diagramar un sistema de ayuda a las personas que se encuentran atravesando una situación de dificultad, de desorden y desorganización, de conflicto, ya sea de orden personal, familiar, laboral o relacional, o una enfermedad que implique modificar la cotidianeidad. Este sistema de ayuda consiste en un espacio de consulta personalizada, por un lado, y en un espacio de reflexión y expresión, por el otro, bajo la modalidad de taller grupal.
Propongo un espacio de escucha y de sostén que permita «hacer ver» aquello que el contexto y el escenario impiden visualizar. Vamos a trabajar con los sueños, con los proyectos aún no realizados, con la autoestima, con pensamientos positivos, con la gratitud, con las habilidades manuales que cada uno tenga, etc.
Para llevar a cabo este propósito, me he preparado durante muchos años a través del estudio y de la lectura. Y actualmente sigo formándome y capacitándome. Estudié la carrera de Trabajo Social, soy Lic. en Servicio Social, pero los conocimientos adquiridos no me fueron suficientes y necesité especializarme para poder dar respuestas más creativas y eficaces a las necesidades de la gente.
Así es como comencé a indagar en la Terapia Familiar Sistémica y en sus vinculaciones con el Trabajo Social, comencé a buscar puntos en común y cómo aplicarla al Trabajo Social. Dicen que “cuando el alumno está preparado, el maestro aparece”, y fue así como descubrí el libro Familias y Tratamiento Familiar de Mónica Chadi que fue el faro que marcó mi camino profesional. A partir de allí, decidí especializarme en la intervención con familias.
De la mano de Mónica comencé a transitar el camino del Trabajo Social Independiente. Nuestra ley de ejercicio profesional nos habilita a trabajar en forma privada. Decidí además, capacitarme en Terapia Familiar Sistémica, porque empecé a identificarme con su marco teórico y su estilo de intervención profesional dentro del Trabajo Social.
Con sorpresa comprobé que si bien esa capacitación estaba destinada a profesionales de la salud en general, los psicólogos, psiquiatras y médicos podían utilizar el término “terapia familiar” en sus intervenciones, y los demás, “orientación familiar”, encontrándonos los trabajadores sociales excluidos de utilizar la palabra “terapia”.
 En mi caso particular, hasta tuve problemas con el Colegio de Psicólogos de mi ciudad, lo cual me hizo reflexionar sobre cómo un profesional de otra disciplina, que desconoce nuestra formación y nuestras incumbencias, podía vedarnos la utilización de ese término, siendo que la palabra “terapia” significa “tratamiento”, y desde Mary Richmond hace mas de 100 años el Tratamiento es uno de los momentos del proceso metodológico en la intervención de Casos. Ya en el año 1917, Mary Richmond, en su libro Diagnóstico Social, sugiere el tratamiento de familias completas y previene acerca de los riesgos de aislar a las familias de su contexto natural. Y en 1922, en ¿Qué es el Trabajo Social de Caso? desarrolla el concepto de Trabajo Social Clínico.
Actualmente, estoy realizando el Tramo de Formación Docente, porque considero de fundamental importancia tener conocimientos sobre educación y docencia. Estoy descubriendo un mundo fascinante. Además, desde hace varios años tengo un emprendimiento de tejido al crochet a través del cual diseño y confecciono prendas tejidas y además doy clases, y así pude canalizar otra de mis grandes pasiones. También leo mucho. Las lecturas que me han acompañado siempre estuvieron vinculadas al autoconocimiento, a la autosuperación, a la capacidad resiliente que todos tenemos, al poder de diseñar la vida que queremos, y en los últimos tiempos, comencé a investigar sobre alimentación saludable y su vinculación con la salud del cuerpo y la mente. Incursioné en el reiki, en la meditación y en la metafísica.
Todos estos conocimientos y las experiencias vividas me permitieron llegar al lugar donde hoy me encuentro. Y siento un gran deseo de compartirlo con quienes necesiten de estas herramientas.
Los invito a visitar mi blog periódicamente, a participar de los talleres y a realizar las consultas particulares que necesiten para que pueda ayudarlos a dar los primeros pasos en el diseño de la vida que quieran construir.
Muchas gracias.
Lic. Maria Eugenia Guerrini