"El grado del éxito de un hombre lo determina el dominio que tenga sobre sí mismo, mientras que la profundidad de su fracaso lo determinará la forma en que se abandone..."
Leonardo Da Vinci

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martes, 30 de diciembre de 2014

PARADIGMA SOBRE LOS EJES INTEGRALES DE INTERVENCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL

El Lic. José Luis Zamora hace referencia al Paradigma sobre los Ejes Integrales de Intervención del Trabajo Social, que está basado en la educación social, la autodeterminación, la autogestión y la participación. Cuatro capacidades sociales que habilitan al ciudadano a su desenvolvimiento y desempeño adecuado en el sistema social.

El trabajo social es la disciplina que trabaja en la interacción entre la naturaleza humana y la naturaleza social, en otras palabras, en la interrelación entre el entorno y el hombre. Pero no cualquier parte del entorno, sino específicamente lo social del ambiente.

Los trabajadores sociales tenemos la necesidad, entonces,  de trabajar sobre un tipo especial de educación que contribuya a afianzar el proceso socioeducativo para mejorar la calidad de vida de las poblaciones. El ejercicio de la ciudadanía debe hacerse con autodeterminación, autogestión y participación responsable.

El primer cambio paradigmático para trabajar socialmente –en este aspecto-, es el que indica que “la humanidad vive en sociedad”: la humanidad no vive en sociedad, sino en procura permanente de lograr una sociedad de bien común. En tal sentido, la humanidad vive en un sistema social, que como todo sistema, debe aprender a conocer para manejarse en él, con autodeterminación, autogestión y participación.

La autodeterminación es una palabra compuesta y compleja que refiere a la madurez social que brinda la capacidad para tomar decisiones efectivas en un contexto convivencial sistémico. Consideremos aquí, que nuestro estado actual en la vida es el resultado de nuestras decisiones. Que por lo general, todos tenemos en mente un estado ideal basado en un proyecto de vida, planes, sueños, etc., y que la probabilidad de un tránsito efectivo entre el estado actual y el estado óptimo, será la calidad de nuestras decisiones y por tanto de nuestra autodeterminación.

Las acciones autodeterminadas reflejan cuatro características principales que siempre deben aparecer:

Ø  Autonomía,
Ø  Autorregulación,
Ø  Empoderamiento y
Ø  Autorrealización.

Estas cuatro características principales surgen a medida que las personas adquieren los elementos componentes de la autodeterminación, entre los que se incluyen la elección y la toma de decisiones, la resolución de problemas, el establecimiento de metas y objetivos, la adquisición de habilidades, el lugar de control interno, las atribuciones positivas de eficacia, las expectativas de resultado, las aptitudes de liderato y autogestión, el autoconocimiento y la autoconciencia. La autodeterminación está fundamentada en la educación social y en la madurez social. Se supone que es una capacidad que habilita al ciudadano en su carácter de funcionario y usuario del sistema social.

La autogestión refiere a la madurez social que brinda la capacidad para organizarse y actuar en base a propósitos. Nada se puede hacer en sociedad sin previa organización. Esto es así tanto para la vida personal, como para lo grupal y comunitario.

O sea que podemos hablar de autogestión de vida que es una forma dinámica de proceder individual, mediante la cual las personas orientan, desarrollan y optimizan sus formas de estar en el mundo, como una manera de desempeñarse con efectividad y acierto, para lograr lo que necesitan y desean en el mundo. Hacer autogestión de vida es un modo de expresar las intenciones, organizar las acciones, tomar las decisiones,  desarrollar las actividades y optimizar el tiempo durante la vida. No es un punto a donde se llega, sino una forma de transitar por la vida.

La autogestión comunitaria o grupal, es pensada como una forma de auto-organización económica y social, basada en el uso colectivo y comunal de unos recursos y de unos bienes que se ponen al servicio de necesidades comunes. Desde el Trabajo Social  es ponerse “manos a la obra” a partir de la toma de conciencia de lo que “se es y se puede ser”, lo que “se tiene y se puede lograr” y las condiciones en que “se está y se puede cambiar para mejor”. Mientras desde otras disciplinas se aborda lo subjetivo y lo intersubjetivo, desde el Trabajo Social se trabaja con ciudadanos y personalidades en interacción, con redes y nodos institucionales, siempre en el contexto del sistema social, y hacia allí se dirige nuestra principal labor para desarrollar la capacidad autogestiva.

La autogestión demanda aptitudes y actitudes sociales, el conocimiento del sistema donde estamos insertos; ya sea una familia, un hospital, el barrio, sobre cualquier lugar del entorno rige el sistema social y funcionará, en la medida en que ejercitemos estas capacidades con responsabilidad.

¿Qué es participar? Participar es "tomar parte en, o ser parte de", es la capacidad y posibilidad de las personas y los grupos de influir en las condiciones que afectan sus vidas. Cuando no se participa, se está dejando en otras manos decisiones que nos afectan y/o afectan a muchos, lo cual produce individuos excluidos, los nadie, y comunidades autócratas, arbitrarias y totalitarias.

Participar es algo más que asistir o estar presente, es intervenir, implicarse y sentirse co-responsable porque allí esta su oportunidad de; opinar, proponer, disentir, apoyar, hacer, colaborar, elegir y decidir sobre lo que quiere hacer (autodeterminación), sobre lo que hay que hacer (autogestión), tanto en lo personal, como en lo comunal, y entonces hablamos de:

v Participación autogestiva, para mejorar la vida personal y familiar
v Participación ciudadana, para mejorar el funcionamiento del sistema social
v Participación social, para establecer la sociedad de bien común.


La participación para que sea efectiva, debe estar motivada, esto significa que “hay que querer participar”. Se debe enseñar-aprender de modo que “estemos motivados a participar”, “sepamos participar”  y -debe ser organizada-, para que “todos podamos participar”.

En fin, desde el Trabajo Social y la Socioterapia se abordan las problemáticas teniendo como base teórica los cuatro ejes integrales de intervención.

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