Siendo niños hemos
escuchado a menudo la expresión “la escuela es el segundo hogar”, o “las
maestras son como las segundas mamás”. Si consideramos estas aseveraciones como
ciertas, nos vemos en la obligación de otorgarle a la escuela la importancia
que se merece, en especial en el rol que le compete como activadora de la
autoestima en los niños.
La mayoría de los
maestros desean aportar una contribución positiva a las mentes confiadas a su
cuidado. Una de las maneras en que pueden contribuir es fomentando la autoestima
del niño. Si en ocasiones causan un daño, no es intencionalmente. Saben que los
niños que creen en sí mismos y se estimula su potencial, rinden mejor en la
escuela que los niños sin esas ventajas.
¿Qué estrategias se
despliegan en las escuelas para elevar la autoestima de los estudiantes? Muchas
de ellas son un tanto absurdas, como elogiar al alumno por todo lo que hace,
sin darle la suficiente importancia a los logros objetivos; entregar medallas
de oro por las buenas notas, premiar la asistencia perfecta, o premiar el
comportarse bien. Un alumno puede no tener un muy buen rendimiento en la
escuela por diversas razones, y sí contar con una buena autoestima.
Las notas
son apenas un indicador de la eficacia personal y del respeto hacia sí mismo.
Puede tener, en cambio, muy buenas notas porque es aplicado o porque se le
exige que estudie o porque tiene facilidad para retener contenidos, pero no
tener un nivel de autoestima elevado, no sentirse merecedor. Por lo tanto, los
parámetros antes mencionados, que suele usar el sistema educativo, no son los
ideales.
Dice Nathaniel Branden
(2013) que durante muchos años, el objetivo del sistema de educación pública
fue formar “buenos ciudadanos”, es decir, fomentar la memorización de un cuerpo
de conocimientos y creencias comunes, aprender las normas de la sociedad y la
obediencia a la autoridad, en lugar de estimular la autonomía y el pensamiento
independiente.
Actualmente, hemos
realizado la transición desde la sociedad de la manufactura a la sociedad de la
información, y el trabajo con músculos se ha sustituido mayoritariamente con el
trabajo mental. Lo que hoy se necesita son personas que puedan pensar, innovar,
actuar con responsabilidad de sí mismas, que sean capaces de dirigirse a sí
mismas, que puedan seguir siendo individuos mientras trabajan con eficacia como
integrantes de equipos, que confían en sus facultades y en su capacidad de
colaborar. Se necesitan personas con alta autoestima.
En la actualidad se
pone más énfasis en la iniciativa y la responsabilidad de uno mismo porque eso es lo que exige una economía
competitiva y en constante cambio.
Por lo tanto, las metas
de la educación no deben ser solamente pretender el dominio de un cuerpo de
conocimientos, sino enseñar a los niños a pensar, a reconocer las falacias
lógicas, a ser creativos y a aprender.
La mayoría de los trabajos hoy en día,
exigen un compromiso de aprendizaje de por vida, y las profesiones, una
capacitación y actualización constantes. En consecuencia, el fomento de la
autoestima debería integrarse en los programas escolares a fin de ayudar a los
jóvenes a perseverar en sus estudios, y a contar con recursos personales para
resolver o hacer frente al menos, a las
problemáticas que puedan presentárseles en su vida cotidiana, como ser el consumo
de sustancias, de alcohol, embarazos no deseados, situaciones de violencia,
etc. además, la educación debe prepararlos psicológicamente para un mundo en el
que la mente es el principal activo capital de todos.
El
maestro debe poseer los recursos necesarios para aumentar la autoestima del
alumno. Existen procedimientos de enseñanza que fortalecen y desarrollan la
autoestima y que los maestros deben practicar, a saber: respetar el trabajo y
el esfuerzo que realizan los alumnos, estimularlos a emprender acciones y
reconocerle sus éxitos, crearles ambientes de tranquilidad, seguridad y
confianza, inculcarles la idea de que sí pueden y son capaces, ayudarlos a
resolver problemas de aprendizaje, evaluarles el proceso de aprendizaje además
de los resultados, enfatizar en sus actitudes y en sus conocimientos, ayudarlos
a desarrollar habilidades para relacionarse con los demás.
Desde el siguiente link podrán acceder a documentos interesantes sobre el tema:
www.vinculosenlaescuela.blogspot.com
http://www.vinculosenlaescuela.blogspot.com.ar/2014/11/nota-de-las-autoras.html
www.vinculosenlaescuela.blogspot.com
http://www.vinculosenlaescuela.blogspot.com.ar/2014/11/nota-de-las-autoras.html
Que les sea útil.
Lic. María Eugenia Guerrini
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