"El grado del éxito de un hombre lo determina el dominio que tenga sobre sí mismo, mientras que la profundidad de su fracaso lo determinará la forma en que se abandone..."
Leonardo Da Vinci

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viernes, 9 de enero de 2015

LA FUNCION DE LA ESCUELA EN LA ACTIVACIÓN Y DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA

Siendo niños hemos escuchado a menudo la expresión “la escuela es el segundo hogar”, o “las maestras son como las segundas mamás”. Si consideramos estas aseveraciones como ciertas, nos vemos en la obligación de otorgarle a la escuela la importancia que se merece, en especial en el rol que le compete como activadora de la autoestima en los niños.

La mayoría de los maestros desean aportar una contribución positiva a las mentes confiadas a su cuidado. Una de las maneras en que pueden contribuir es fomentando la autoestima del niño. Si en ocasiones causan un daño, no es intencionalmente. Saben que los niños que creen en sí mismos y se estimula su potencial, rinden mejor en la escuela que los niños sin esas ventajas.

¿Qué estrategias se despliegan en las escuelas para elevar la autoestima de los estudiantes? Muchas de ellas son un tanto absurdas, como elogiar al alumno por todo lo que hace, sin darle la suficiente importancia a los logros objetivos; entregar medallas de oro por las buenas notas, premiar la asistencia perfecta, o premiar el comportarse bien. Un alumno puede no tener un muy buen rendimiento en la escuela por diversas razones, y sí contar con una buena autoestima. 

Las notas son apenas un indicador de la eficacia personal y del respeto hacia sí mismo. Puede tener, en cambio, muy buenas notas porque es aplicado o porque se le exige que estudie o porque tiene facilidad para retener contenidos, pero no tener un nivel de autoestima elevado, no sentirse merecedor. Por lo tanto, los parámetros antes mencionados, que suele usar el sistema educativo, no son los ideales.

Dice Nathaniel Branden (2013) que durante muchos años, el objetivo del sistema de educación pública fue formar “buenos ciudadanos”, es decir, fomentar la memorización de un cuerpo de conocimientos y creencias comunes, aprender las normas de la sociedad y la obediencia a la autoridad, en lugar de estimular la autonomía y el pensamiento independiente.

Actualmente, hemos realizado la transición desde la sociedad de la manufactura a la sociedad de la información, y el trabajo con músculos se ha sustituido mayoritariamente con el trabajo mental. Lo que hoy se necesita son personas que puedan pensar, innovar, actuar con responsabilidad de sí mismas, que sean capaces de dirigirse a sí mismas, que puedan seguir siendo individuos mientras trabajan con eficacia como integrantes de equipos, que confían en sus facultades y en su capacidad de colaborar. Se necesitan personas con alta autoestima.

En la actualidad se pone más énfasis en la iniciativa y la responsabilidad de uno mismo  porque eso es lo que exige una economía competitiva y en constante cambio.

Por lo tanto, las metas de la educación no deben ser solamente pretender el dominio de un cuerpo de conocimientos, sino enseñar a los niños a pensar, a reconocer las falacias lógicas, a ser creativos y a aprender. 

La mayoría de los trabajos hoy en día, exigen un compromiso de aprendizaje de por vida, y las profesiones, una capacitación y actualización constantes. En consecuencia, el fomento de la autoestima debería integrarse en los programas escolares a fin de ayudar a los jóvenes a perseverar en sus estudios, y a contar con recursos personales para resolver o hacer frente al menos,  a las problemáticas que puedan presentárseles en su vida cotidiana, como ser el consumo de sustancias, de alcohol, embarazos no deseados, situaciones de violencia, etc. además, la educación debe prepararlos psicológicamente para un mundo en el que la mente es el principal activo capital de todos.


El maestro debe poseer los recursos necesarios para aumentar la autoestima del alumno. Existen procedimientos de enseñanza que fortalecen y desarrollan la autoestima y que los maestros deben practicar, a saber: respetar el trabajo y el esfuerzo que realizan los alumnos, estimularlos a emprender acciones y reconocerle sus éxitos, crearles ambientes de tranquilidad, seguridad y confianza, inculcarles la idea de que sí pueden y son capaces, ayudarlos a resolver problemas de aprendizaje, evaluarles el proceso de aprendizaje además de los resultados, enfatizar en sus actitudes y en sus conocimientos, ayudarlos a desarrollar habilidades para relacionarse con los demás. 


Desde el siguiente link podrán acceder a documentos interesantes sobre el tema:

www.vinculosenlaescuela.blogspot.com

http://www.vinculosenlaescuela.blogspot.com.ar/2014/11/nota-de-las-autoras.html


Que les sea útil.

Lic. María Eugenia Guerrini

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